Toda estructura metálica que esté expuesta a factores externos de corrosión, como viento, lluvia, salinidad, entre otros, sufre daños significativos que afectan la resistencia, durabilidad y estética de estos elementos.
La corrosión en construcciones metálicas, es el proceso de destrucción de los metales y sus aleaciones, provocado por una acción de fenómenos atmosféricos, químicos o electroquímica. Esto causa enormes daños, no solamente a las estructuras, sino a la economía del país, pues anualmente se pueden llegar a perder millones de toneladas de metales y de dinero, en la inversión para reconstrucción.
Existen algunos elementos contaminantes, que producen en las estructuras metálicas de construcción una agresiva oxidación de las mismas. Por tal razón, las labores de inspección y cuidado continuo de estas edificaciones se hacen vitales para el prolongamiento de la vida útil del proyecto.